Arqueología de la arquitectura monástica en Asturias: San Juan Bautista de Corias


Alejandro García Álvarez-Busto 
ISBN: 978-84-8053-854-1
21 x 29,7 cm || 360 páxs. || PVP: 20

Alejandro García Álvarez-Busto es doctor en Historia y profesor asociado de Arqueología de la Universidad de Oviedo. En su labor investigadora sobre arqueología medieval ha publicado libros y artículos en revistas especializadas, y presentado ponencias en congresos de carácter nacional e internacional. Asimismo es coautor del libro Arqueología medieval en Asturias (premio Alfredo Quirós 2009). Una de las líneas de investigación en las que trabaja es el estudio de los monasterios, habiendo dirigido y codirigido intervenciones arqueológicas en monasterios como Cornellana, Corias o Santa María de Raíces. Un segundo ámbito de estudio es el análisis de las fortificaciones, siendo codirector desde el año 2007 del proyecto arqueológico del castillo de Gauzón.
El libro que tenemos entre las manos tiene un propósito muy claro: dar a conocer los resultados de las investigaciones histórico-arqueológicas que se han llevado a cabo en los últimos tiempos acerca del monasterio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea, Asturias). El lector encontrará entre sus hojas fotografías, planos, estratigrafías y documentos que analizan los casi mil años de historia que protagoniza este cenobio benedictino, desde su fundación en el año 1043 hasta su reciente reconversión en parador de turismo. El estudio se centra en el análisis de la evolución arquitectónica de este complejo monástico, abarcando en su recorrido tres grandes periodos constructivos: el medieval románico, con el hallazgo de los vestigios arqueológicos de la primitiva iglesia fundacional; el renacentista-barroco durante los siglos XVI y XVII cuando se construye el templo que pervive en la actualidad; y, finalmente, la monumental reforma neoclásica que ha llegado a nuestros días.
Según vayamos pasando las páginas descubriremos que una arquitectura como la de Corias no es una obra personal e individual, sino que responde a un esfuerzo colectivo en el que participaron no sólo maestros de obra y canteros especializados sino también, y sobre todo, campesinos del lugar que levantaron sus muros y acarrearon sus piedras desde las canteras, las más de las veces a cambio de una ración de comida únicamente. Desde esta perspectiva, el estudio de la historia constructiva de un edificio nos permite acercarnos a la historia de las personas que lo construyeron y, por lo tanto y en este caso concreto, conocer un poco mejor la historia de la gente que vivió y trabajó en el suroccidente de Asturias a lo largo de los siglos medievales y modernos.

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